CAMINO SILENCIOSO
El aborto de una idea
La brisa del Mar en una noche estrellada es el sabor de tus labios cuando te beso al azar.
Y si tus manos me tocan, será el viento frío quien acaricie mi pelo.
Tu piel, la noche que todo lo envuelve mientras caes sobre mí.
Tu voz serán los ruidos extraños que se escuchan en los rincones remotos de la oscuridad.
El animal misterioso que logré ver en la profundidad de tus ojos, es el mismo
que he venido cazando de galaxia en galaxia.
Pero ahora soy tu presa y no hay manera de escapar tu vacío.
Donde antes había arboles ahora hay desierto. El agua del mar es ahora
un charco de sal. El río se ha secado ya no vive nada en mí.
¿Qué ilusión tan hermosa fuiste? ¿Qué clase de fantasía he creado?
¡Qué forma tan cruel de matar un amor! ¿Qué cosa más horrenda es esto que le dicen amor?
Con el peso de la noche sobre mí, ya no soy yo sino el espejo roto de mi reflejo.
Ya no es el viento, ni el frío - no son tus manos ni tu mirada.
Es la muerte que me acaricia helada; llena de rencor.
Es un invento fallido, por el ultimo aliento de un vida que jamas debió existir.
El aborto de una idea que nunca debió ser.
Actor de pesadilla en la película de mi mente
Tú no me conoces. Nunca me haz visto; nunca me verás.
Tú no me entiendes, ni siquiera te entiendes a tí mismo.
No entiendes lo que nos conecta.
Cuando te veo soy invisible y cuando me quieres ver no existo.
No estoy aquí en realidad. No estoy aquí.
Tú eres un sueño y yo no puedo despertar.
Cuando finalmente despierte, tendré que despertar otra vez
sólo para despertar de nuevo y poder liberarme de tí.
Tú que no me escuchas, nunca me olvidarás, mas nunca me entenderás;
nunca me verás.
Cuando te preguntes sobre mí no tendrás nada qué contestar.
Pero yo te he visto desde el comienzo de tu existencia; te he visto crecer.
Como un virus te he visto crecer; eres producto de mi imaginación.
Yo te puedo destruir y te puedo desarmar.
Es que no sabes que tú también eres invisible, como yo; eres transitorio como yo.
Eres parte de un sueño, un actor de pesadilla en la película de mi mente.
Sé que cuando yo deje de existir, también tú dejarás de existir.
Por que eres mi creación, no existes sin mí.
La perfecta geometría de imágenes y pensamientos
Me encuentro una vez más frente a la perfecta geometría de imagenes en una caminata por la mañana. El sol y el aroma inexplicable de tierra mojada alimentan mis sentidos y mi espirítu. Un minúsculo momento de éxtasis que se resbala de la existencia. Las hojas se desprenden de sus árboles haciendo su danza rítmica hasta finalmente caer; el viento lo mece todo incluyendo mi pelo y la luz se filtra a través de las ramas creando diseños cambiantes a mi alrededor.
Una canción improvisada resuena desde el interior de mi ser. Cierro los ojos y te veo en todas partes, haciendo lo que haces eternamente. Indiferente; desprevenida de mi existencia y el culto que he ingeniado en torno a tí.
Soy el padre fuerte que carga a sus hijas hacia las nubes y les enseña a hacer malabares con las estrellas y las montañas. Soy el loco necio e incoherente que carece de amigos pero que es abundante en adversarios - ellos me abrazan y refinan, me hacen más fuerte con su odio y envidia que guardan en secreto. Soy un destello de luz fugaz y vislumbrante que apenas si alcansas a percibir. Soy el animal interestelar que ha decidido buscarte por capricho y por afan; que te viene siguiendo desde que coincidió en aquella era tu mirada con la mía.
En cambio a tí te siento lejos como siempre, donde mereces estar. Lejos pero en todas partes a la vez. Y no seré completo hasta que sea hombre suficiente para subir montañas y cruzar desiertos; para liberar naciones y devolverle el honor a razas antiguas. Sólo entonces te podré ver y se realizará mi fantasía desesperada de la intimidad contigo bajo la sombra fresca de un roble. Vienen a mí las imágenes repentinas de tu cuertpo vivo y vibrante tendiéndose sobre el mío mientras te pruebo sobre todas las direcciones del tiempo y espacio. Tus dulces caricias, cada una la duración de microsegundos fragmentados y siglos compactados; besos que me hacen regresar hasta el principio del universo cuando por primera vez te pensé.
Quizá lo mejor será viajar a un planeta distante donde no existan teléfonos, ni televisores; amigos, ni amigas, ni los estúpidos trabajos. Solamente la ternura de un ser para el otro y el fruto que nos quiera dar la tierra. Así que donde quiera que estés y lo que sea que estés haciendo, espero que seas feliz y que no te acuerdes jamas de mí.
El milagro re-ocurrente de mis sueños
Desde mi cuarto oscuro tiro imágenes al azar en el agua.
Las cuales circulan como peces en su pecera.
Yo las seco y las guardo nítidamente en una caja de zapatos.
Las organizo; separo los momentos buenos de los amargos.
Cuando en un instante se alzan las paredes,
y me ahogo lentamente en la luz del sol.
Mi olfato percibe los químicos de la vida,
el lenguaje mismo de dios.
Cuadros de flores pintadas en las praderas.
Cubos de colores tirados sobre el piso.
Arboles verdes bailando al ritmo del viento,
y mis palabras brotando como el agua de un manantial.
Tratando desesperadamente de describir el milagro re-ocurrente de mis sueños.
Arquetipos del colectivo inconciente
Los recuerdos siguen en éste lugar.
Aquella gente que alguna vez vivió aquí;
en otras eras quizá, muchos milenios atrás.
Y regresan de repente
cada vez que su cerebro lo permite,
químicamente.
Son las figuras transparentes que veo de reojo
atravesando las paredes.
Las sombras que sorprendo deslizandose por las esquinas;
quebrando platos en la cocina.
Son quienes,
como ecos transparentes de cuarzo,
atraviezan el silencio de mi mente.
Ventanas inoportunas
a otros planetas, otros planos
otras galaxias tal vez.
Son almas desesperadas
organizando colores en su visión existencial.
Son artistas intentando desde lejos,
plasmar el pasado y el futuro en algun tipo de arte visual.
Arquetipos del colectivo inconciente,
poetas intentando explicar
la libertad del espíritu.
Más alla del tiempo y espacio.
Más alla del plano físico.
No entiendo cómo ni me puedo explicar,
pero siguen aquí.
Siguen en éste lugar.
Sal y Azufre
Despierto adolorido
después de estar durante eras enjaulado
en un cilindro de cristal.
Entumecido;
miro a mi alrededor.
La percepción regresa a mí gradual
y borrosa, me siento confundido;
pero libre al final.
El cielo rojo se extiende perpetuo
como si fuera el alba, pero no lo es.
Tampoco es el atardecer,
pues El Sol Negro se postra
justo encima de mi cabeza adolorida,
ajetreada; cosquilleando con ruidos
agudos y persistentes.
Tengo miedo.
Hay montañas altas y rocosas;
cuyas sombras y resquicios
parecen ahondarse hasta el centro de la tierra.
Donde por tanto tiempo prisionero fui.
Bajo mis píes siento arena
fina y agradable para mí.
Pero al observar más de cerca me doy cuenta
que no es arena
sino una mezcla de azufre y sal.
Camino hacia atras unos pasos,
perplejo.
Y mi espalda topa con el tronco de
un arbol gigantesco.
Sus ramas se extienden por millas en el cielo
y siento sus raízes
tomando agua de un subterreano mar.
Recupero mis sentidos y me doy cuenta
que no es un sueño.
Lo que sucedió antes sí lo fue.
Los átomos y las leyes de la física;
los químicos en mi cerebro.
Las máquinas y circuitos; el odio y el amor.
Los amigos, amantes y enemigos.
Las partículas y celulas; los elementos y emociones.
Todo fue un sueño.
Fracciones duplicadas de mi ser.
¡Esto es la realidad!
Tengo ganas de llorar.
Residuos de tendencias inservibles que aprendí
mientras fuí cautivo de hueso y carne.
Pero ya no me sirven más.
Ahora estoy despierto y soy libre,
Reuno mis fuerzas y me comienzo a elevar
por encima del horizonte.
El panorama es de un mundo agonizante.
No hay arboles verdes, no hay ríos
con agua azul.
No hay nubes blancas y el aire es seco y caliente.
El Sol Negro me cobija por completo y siento su poder.
Conosco ahora mis limitaciones.
Hago recuento del error en mi proceder
e intúo mi capacidad para la destrucción.
No concibo otra cosa que meresca
este mundo moribundo sino la destrucción.
Despues de haberme atrapado.
Enjaulado en una prisión de moral y razón.
¡A mí! su creador; en un embase de cristal forrado con dolor.
Pero eso ya no me importa,
pues estoy fuera y me he vengado de mi carcelero.
Está en el suelo, desangrado y descarnado;
víctima de su propia manipulación.
No puedo evitar en instantes, sin embargo,
alla arriba bajo la sombra del Sol Negro,
recordar ciertos momentos de mi vida en cautiverio.
La caricia suave de mis hijas sobre mi cara.
La luz de su mirada en la mía.
Mi amada sonriendo tendida desnuda sobre mí.
La satisfacción de ayuda mutua entre mis compañeros.
La música que fluye de mi ser a traves del instrumento.
Crear.
Pero las imágenes corren de manera veloz
como torrentes de agua en un riachuelo.
El rojo del cielo se refleja
en una lágrima que brota de mi ojo.
Comienza a llover denuevo;
azufre y sal.
Quizá medite un tiempo.
Evalue mis errores,
dizfrute la soledad; la eternidad en un momento.
Y despues de mucho tiempo,
comienze a crear
e intente este absurdo experimento,
una vez más.